La tendencia hacia la sostenibilidad y la apreciación por los materiales naturales y duraderos ha impulsado un renacimiento del suelo hidráulico. Su longevidad y resistencia lo convierten en una elección sostenible, contribuyendo a la disminución de la necesidad de reemplazos frecuentes. ¿Quieres saber más sobre él y si es lo que estás buscando? Sigue leyendo.

Qué es el suelo hidráulico

Está compuesto de cemento, arena, pigmentos y agua. La mezcla se coloca en moldes y se prensa para crear los patrones y diseños deseados.

Un suelo con historia

El suelo hidráulico tiene sus raíces en la época romana, donde se utilizaba una técnica similar para crear pavimentos duraderos.

Sin embargo, su popularización ocurrió en el siglo XIX en Europa, sobre todo en países como Francia y España. Durante esta época, la revolución industrial permitió una producción más eficiente de estos suelos, lo que resultó en una mayor accesibilidad y uso en la arquitectura de la época.

Por qué se llama suelo hidráulico

Proviene de la utilización del agua en su proceso de fabricación.

A lo largo de los años, este tipo de pavimento se ha llamado de diversas maneras, incluyendo «mosaico hidráulico», «suelo de mosaico cementoso» o «suelo de baldosa hidráulica». El término «suelo hidráulico» se ha consolidado como una forma común y sencilla de referirse a este pavimento decorativo y duradero.

¿Es lo mismo porcelanato hidráulico y suelo hidráulico?

Seguro que al buscar información sobre suelos hidráulicos, te ha aparecido el término porcelanato hidráulico, pero ¿son lo mismo?

Aunque comparten ciertas similitudes en el nombre, el porcelanato hidráulico es un tipo moderno de revestimiento cerámico que imita el aspecto y la textura de los suelos hidráulicos tradicionales.

Está compuesto de cerámica o porcelana y se fabrica mediante un proceso de cocción a alta temperatura.

En definitiva, aunque su nombre incluye «hidráulico», no está hecho de los mismos materiales ni se fabrica de la misma manera que los suelos hidráulicos tradicionales.

Ventajas del suelo hidráulico

  1. Diseño versátil y estético: este suelo ofrece una amplia variedad de diseños, colores y patrones. Esto permite la creación de suelos personalizados y estéticamente atractivos que complementan cualquier estilo arquitectónico o diseño de interiores.
  2. Durabilidad: es conocido por su resistencia al desgaste, lo que lo convierte en una opción ideal para áreas de alto tráfico.
  3. Fácil mantenimiento y limpieza: requiere limpieza regular con agua y productos suaves. Además, se puede aplicar un sellador para protegerlo contra manchas y prolongar su vida útil.
  4. Resistencia a la humedad y manchas: por lo que es una elección perfecta para espacios donde podría haber exposición constante al agua, como baños y cocinas. También es resistente a las manchas, facilitando su limpieza y mantenimiento.
  5. Aislamiento Térmico: ayuda a mantener una temperatura cómoda en el interior. De hecho, en climas fríos, puede sentirse más cálido que otros tipos de suelos.
  6. Compatibilidad con calefacción radiante: lo que permite la distribución uniforme del calor en el espacio y contribuye a una mayor eficiencia energética.
  7. Sostenibilidad: ya que está compuesto principalmente de materiales naturales, como cemento, arena y pigmentos. Su larga vida útil y la posibilidad de restauración y reutilización lo convierten en una opción ecoamigable.

Cómo limpiar el suelo hidráulico

Materiales que necesitas:

  • Aspiradora o escoba suave: para quitar el polvo y la suciedad superficial.
  • Agua tibia: para la limpieza general.
  • Detergente neutro o específico para suelo hidráulico: Para la limpieza profunda.
  • Trapo o fregona suave: Para limpiar la superficie.
  • Cubeta: Para preparar la solución.

Pasos para la Limpieza:

  • Eliminar el polvo y la suciedad: con una aspiradora o escoba suave.
  • Preparar la solución de limpieza: llena una cubeta con agua tibia. Puedes agregar un detergente neutro o específico para suelos hidráulicos según las instrucciones del fabricante.
  • Aplicar la solución de limpieza: con una fregona, realizando movimientos suaves y circulares.
  • Enjuagar y secar: enjuaga la fregona en agua limpia y pásala sobre el suelo para quitar cualquier residuo de detergente. Deja que se seque de forma natural o usa un paño limpio para secarlo si es necesario.
  • Manchas persistentes: puedes utilizar un limpiador específico para suelo hidráulico siguiendo las indicaciones del fabricante. Siempre realiza una prueba en una pequeña área menos visible primero.

Además, evita el uso de productos abrasivos que puedan dañar la superficie del suelo y realiza un mantenimiento regular para que no se acumule la suciedad.

Decoración de interiores en viviendas y locales

El suelo hidráulico es mucho más que un pavimento, es una obra de arte que perdura en el tiempo. Su origen histórico, sus características duraderas y su capacidad para embellecer y enriquecer los espacios lo convierten en una elección atemporal.

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